lunes, 25 de febrero de 2013

Impacto Ambiental


Abordaje técnico-normativo de la problemática ambiental causada por la explotación minera y sus oportunidades de mejora en Argentina, Chile y Venezuela.


Ing. Diaz, D (Chile); Lic. Marcos, S (Argentina); Ing. Tallo, J (Venezuela)


Resumen 
La minería, como otras actividades humanas, ocasiona  daños inexorables al ambiente, sin embargo, históricamente ha sido una importante fuente generadora de riquezas que contribuye al desarrollo económico tanto a nivel macro (país), como a nivel micro (comunidad). Con la comprensión de estar en presencia de una actividad económica con alto potencial de degradar el ambiente (merma de biota por deforestación, contaminación de agua, destrucción de cuencas por erosión y acumulación de sedimentos, entre otras), se hace indispensable aplicar prácticas y procedimientos que permitan dejar alternativas a las generaciones futuras en consecuencia del agotamiento de los yacimientos minerales,  salvaguardando la biodiversidad y pluralidad cultural, mitigando los daños y rehabilitando zonas degradadas por esta industria. Los Sistemas de Evaluación Ambiental, desde hace más de 50 años, son instrumentos que han tenido como misión incluir la dimensión ambiental en el diseño y ejecución de proyectos y actividades, con el objetivo de prevenir el deterioro ambiental. Actualmente, estos instrumentos han sido cuestionados por mostrar falencias en su realización y aplicación, debido al detrimento ambiental y/o social del entorno en donde se ejecutan los proyectos y actividades que son sometidos a este proceso.

Con el fin de detectar oportunidades de mejora en los Sistemas de Evaluación relacionados a la minería, se realizó una investigación técnico-normativa en Argentina, Chile y Venezuela, comparando el meta-objetivo de los proyectos mineros auríferos con su correspondiente legislación, reflejando la necesidad de establecer proyectos que promuevan un desarrollo endógeno trayendo riquezas a los pueblos en el marco de la gestión sustentable. En este punto es donde la legislación y contraloría social deben impulsar programas para un desarrollo amigable con la naturaleza y convertirlos en políticas de estado que sean implementadas y fiscalizadas adecuadamente por las partes involucradas, convirtiéndose esta relación en un proceso cíclico que tienda a revelar nuevas oportunidades de mejora y planes de seguimiento y mitigación cada vez más eficaces.

En base a una mirada holística de la situación, concluimos  que debemos entender la morfogénesis, ecoforma y socioforma del territorio, bajo la concepción ético-moral del manejo de los recursos naturales, siendo importante la participación de todos los actores sociales involucrados, con el cual se pueda desarrollar planes de gestión y  fiscalización conjunto que potencien la mitigación de los perjuicios sociales y ambientales sin detrimento de la productividad y rentabilidad de tan importante industria para el desarrollo de la región.

Esta investigación será presentada en el Tercer Congreso Latinoamericano IUFRO, en San José de Costa Rica del 12 al 15 de junio de 2013

Para mayor información: http://web.catie.ac.cr/iufrolat/iufrolat_esp.htm

viernes, 15 de febrero de 2013

Sustentabilidad (2)


Aplicación práctica del Desarrollo Sustentable
 
Mucho se ha discutido, se ha confrontado y trabajado sobre el desarrollo sustentable, más allá de la discusión académica y/o científica vale la pena preguntar ¿Cómo hacer operativo el concepto de sustentabilidad? Pues este reto implica un verdadero cambio de paradigma del sistema económico-productivista (flujo lineal) en el cual hoy vivimos, si bien es cierto este sistema ha traído consigo avances en ciencias, tecnologías y economía, la sociedad no podrá seguir funcionando mediante este esquema de flujos lineales, en el cual se extraen recursos de la naturaleza para transformarlos en bienes y servicios de consumo sin darle la oportunidad o las condiciones a la naturaleza para recuperarse de aquello que se ha tomado de ella.

Tratar de hacer operativo dicho concepto se ha tornado tan difícil, puesto que, implica un cuestionamiento de las formas convencionales de evaluar proyectos, tecnologías y sistemas de manejo de los recursos naturales, demandando  nuevos esquemas de evaluación que puedan ayudar  a establecer lo más exactamente posible el impacto socio-ambiental que la actividad o tecnología ejercerá sobre los ecosistemas y con ello desarrollar los planes de mitigación de daños que más se ajusten a cada caso.

Pero ¿Hay alternativa(s) factible(s)? Sin duda, si las hay, por ejemplo cito la propuesta por el economista Gunter Pauli, fundador de ZERI (Zero Emissions Research Initiative), en la cual plantea un nuevo modelo económico, denominado Economía Azul, cuya premisa es: “Si logramos una economía que no acabe con las materias primas ni devore los recursos naturales, una en la que los residuos de un producto se conviertan en la entrada para crear un nuevo flujo, que va más allá de las innovaciones y nos permitan disminuir muchos símbolos de la producción y consumo insustentable; Todo mientras se generen múltiples ingresos y beneficios lograremos salvarnos y generar mayor bienestar social” 
 
Soluciones innovadoras bajo esta nueva economía[1]



Por: Ing. Gabriel Tallo

[1] Ing. Harold Arango, conferencia magistral FLACAM,  Noviembre 2012, La Plata - Argentina